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Bienvenido Estás en Leyendas Urbanas

INTRODUCCIÓN

actualizado en Septiembre 2011

Tolo lo aquí escrito esta sacado de la red, son muchas las páginas que muestras esta información.

Leyenda urbana viene del inglés urban legend, son relatos normalmente unidos a algún tipo de superstición. Son relatos que parten de sucesos reales, pero en algunas ocasiones son exagerados y distorsionados, ya que suelen contarse de persona a persona y acaba siendo una historia un tanto ficticia. Como muestra aquí os dejo unos botones...

LA CAZADORA

Roberto iba maldiciendo el mal tiempo que hacia para coger su moto  pero todos los fines de semana se pasaba por una discoteca para tomarse unas cervezas. Mientras colocaba el candado a la moto vio a una joven de largos cabellos mojados, vestida con un vestido de primavera con los brazos cruzados, como si en esa postura buscara algo de calor. Ella le miró e hizo ademán de irse pero Roberto la llamó y le dijo: ¡ Espera! Ven toma mi cazadora estas helada, ven conmigo y te invito a tomar algo. La joven y Roberto entraron a la discoteca donde pasaron la noche riendo, charlando, bebiendo y divirtiéndose mucho. Roberto se ofreció para llevarla a casa y le dejó su cazadora para que no pasara frío porque aunque ya no llovía hacía bastante frió. Se montaron en su moto y ella se aferraba a su cintura con fuerza, el notaba sus temblores. Roberto fue a la dirección que ella le había dicho, el conocía con detalle aquella carretera y en cada curva ella le pedía que fuera despacio ya que tenia miedo de sufrir un accidente. Cuando llegaron a casa de Yolanda aparcó en la acera y ella se bajo de la moto, y le quiso devolver la cazadora pero Roberto la dijo que no que no tenía frío y que si ella quería mañana pasaría por ella le pregunto el piso y si a eso de las 5 la venía bien, ella sin emitir palabra asintió con la cabeza le beso fugazmente y desapareció.

Roberto a las cinco en punto estaba en la puerta de Yolanda ilusionado por su nueva conquista, pero al llamar a la puerta abrió una señora mayor de pelo cano, Roberto se quedo mirándola y dijo: Hola soy Roberto vengo a buscar a Yolanda para que me devuelva mi cazadora y tomar algo. La mujer se quedo paralizada incluso el vaso que llevaba en la mano se le cayó y se rompió en mil pedazos y dijo: Que clase de broma es esta?. Roberto la explico que anoche estuvo con Yolanda y que le dejo su cazadora y que habían quedado hoy para que se la devolviera. La mujer le pidió a Roberto que describiría a Yolanda y según escuchaba las palabras del muchacho , su expresión se volvía amarga y empezó a llorar desconsoladamente y en un suspiro dijo: Si así era ella, mi hija... Pero ¡murió hace cinco años! En un día de lluvia, mientras conducía hasta la discoteca de aquí al lado, su moto derrapó por la lluvia y se mató en una de las curvas. Roberto se quedó de piedra, la señora le dijo que si quería podían pasar por el cementerio que estaba a cinco minutos de su casa, que allí había una foto incrustada en la lápida, que la acompañara si no la creía. Fueron los dos hasta allí y cuando llegaron Roberto se quedo clavado como si de un palo se tratara. Tal y como le advirtió la madre de Yolanda, la fotografía, aunque desfigurada por el paso del tiempo, mostraba la misma imagen de la chica tal y como Roberto la conoció la noche pasada. La joven le sonreía con complicidad desde la lápida, pero en ese mismo momento Roberto se quedó paralizado cuando vio que su cazadora se encontraba apoyada sobre la tumba de ella.

 

VECINO ATERRORIZADO

Todo comenzó una noche de Halloween cuando la policía no podía dar crédito a lo que estaba viendo, en el jardín de una casa hallaron tumbado un cadáver ensangrentado que iba disfrazado igual que el asesino de la película La Matanza de Texas, incluso la sierra eléctrica todavía estaba en funcionamiento entre sus manos. A echar la vista sobre la casa se dieron cuenta que una de las ventanas estaba destrozada y con mucha precaución se acercó hasta ella y vio atónito como el cadáver de un anciano que sostenía una escopeta que todavía echaba humo. Los policías no podían dar crédito a lo que sus ojos veían y contando además de que era lo noche de Halloween, que muchos de los criminales utilizan esa noche para cometer sus fechorías. La investigación del caso fue sorprendente ya que todo fue accidental. El hombre disfrazado de la matanza de texas, se dirigía a casa de un amigo que celebraban una fiesta de disfraces, pero cometió el error de confundirse de casa y al intentar entrar en la casa del anciano, el anciano se aterrorizo al ver a ese hombre con esa vestimenta cogió su escopeta y lo disparo tres veces, causándole la muerte. El forense dictaminó que tal tensión produjo un gran choque emocional en el anciano y su débil corazón no pudo reaccionar ante una situación tan aterradora.

 

SUERTE QUE NO HAS ENCENDIDO LA LUZ

Margi era una estudiante del colegio mayor y por las noches le costaba mucho despedirse de su novio para tener que ir al colegio a dormir, además allí le esperaba Susi su compañera de habitación y no se llevaba muy bien con ella, ya que era una veinteañera muy arisca y empollona. Así que cuando su novio Alex le dijo que se quedaría a dormir no se lo pensó dos veces y decidió ir al colegio a recoger algunas cosas de aseo personal, una muda y el pijama. Como era un poco tarde decidió no encender la luz para no despertarla y a tientas cogió lo que necesitaba y se marcho. Al día siguiente cuando llegó al colegio vio bastante revuelo alrededor de su habitación, muchos policías y gente curiosa que entraba y salía de su cuarto y entre tanto un policía se le acerco y le pregunto:

-¿Vive usted en esta habitación? si dijo ella.

- ¿Ayer por la noche entro en la habitación? Dijo ella si, sobre la una, para recoger algunas cosas personales y me marche ya que mi novio estaba esperándome abajo.  

- ¿Cuando entró no noto nada raro? ¿No encendió la luz? ella dijo que no por que no quería despertarla, y angustiada le pregunto que era lo que pasaba a lo que el policía contestó.

-Su compañera de habitación a aparecido muerta, el asesino primero la violó y luego la mato. Creemos que estaba dentro de la habitación cuando usted entró ya que en la pared hay una pintada con barra de labios que dice " Suerte que no encendiste la luz".

LA LEYENDA DE VERÓNICA


Cuenta la leyenda que Verónica vivía en casa con sus padres y su hermana, Ella era muy tímida y callada, todo lo contrario que su hermana ya que era muy extrovertida y siempre esta riéndose. Una noche cuando llegaban a casa, oyeron como una de las niñas reía sin para y pensaron que era Verónica, pero al entrar en la habitación vieron que se trataba de Verónica la que tanto se reía. La miraron extrañados y vieron como su otra hija yacía en el suelo muerta envuelta en un gran charco de sangre. Verónica sin parar de reír se dirigió hacía la ventana corriendo y se tiró por ella. Y desde aquel día su cara se aparece en los espejos, si previamente te pones ante él y dices su nombre dando vueltas, aparecerá.

VARIACIONES


*Otros dicen que se hace a las doce de la noche en punto y hay que repetir su nombre tres veces delante del espejo.

* En Leganés se contaba que a las doce de la noche si clavabas unas tijeras en un diccionario y repetías tres veces su nombre aparecía el espíritu de Verónica.

* También en Leganés se decía que poniendo las tijeras abiertas sobre el diccionario y repetías tres veces su nombre ella aparecía si las tijeras se movían.

* En Albacete se contaba que si metías las tijeras en un libro y las atabas con fuerza, podías invocar al espíritu de Verónica para poder preguntarle cosas sobre tu vida. Si la respuesta era afirmativa el libro que colgaba de los dedos del que preguntaba se caía al suelo. Para acabar la invocación había que tirar el libro con mucha fuerza contra el suelo, ya que si no las tijeras podían cobrar vida y clavarse en alguno de los presentes. También se decía que Verónica era muy mentirosa y no había que tomarse en serio sus respuestas. Otra forma de comunicarte con ella es escribir un SI y un No en dos cartulinas o papeles blancos y unas tijeras. Esto se debe colocar encima de la mesa y los que invocan deben sentarse encima de la mesa, se la invoca repitiendo su nombre tres veces y se le hacen preguntas en concreto.

* En Almería cuenta la leyenda que si a las 23:59 y 49 segundos de la noche del 31 de diciembre te pones delante del espejo y repites 11 veces el nombre de Verónica, sería una vez por cada segundo, se aparece en el espejo reflejada la imagen de una mujer de unos cuarenta y tantos años, pero que al girarte para verla desaparece. Aunque si decides no darte la vuelta para verla y la observas durante un minuto te dará 11 latigazos en la espalda.

* Se dice que Verónica es hija del demonio.

* Ya sabemos según cuentan que a Verónica hay que invocarla con un libro y unas tijeras y según dicen en Guadalajara si la invocas con las tijeras y una Biblia, Verónica se aparece y te clava las tijeras, por haberla invocado a través de la Biblia.

OTRAS LEYENDAS URBANAS
 



* Cuenta una leyenda que en Albacete había una señora que vivía en pleno centro de la ciudad que tenía una de las manos negra. Se cuenta que era una mujer muy rara y no se sabía de que se alimentaba ya que nunca salía de casa. Se dice que a través del subterráneo que había bajo su casa se comunicaba con los extraterrestres y que allí guardaba unos botes con partes del cuerpo humano y en unos de esos botes estaba su propia mano. Todo esto se encontró años después cuando se demolió dicha casa para hacer nuevas construcciones.

* Cuenta la leyenda que en un hotel de León llamado San Marcos, se escuchan lloros, lamentos y como se arrastran cadenas por el suelo. Todo esto parece que sucede por que antes de ser un hotel fue un hospital y antes una cárcel.

* Cuenta una leyenda de Almería que allí hay una casa llamada "La casa del muerto". Se trata de un cortijo bastante antiguo donde vivía un agricultor bastante adinerado. Una noche una pandilla de jóvenes intento robarles y el hombre les hizo frente, en esa disputa el hombre murió. No se pudo demostrar y desde aquel día la casa tiene especial odio contra todo joven que por allí se acerca.

*Cuenta una leyenda Sevillana que en el antiguo cine Rialto hay un espíritu burlón. Se dice que durante las proyecciones pasaban cosas raras y las mujeres de la limpieza se quejaban de ruidos y demás sucesos extraños. Estuvo muchos años cerrado pero se volvió a rehabilitar convertido en supermercado. Todos los productos del supermercado por las noches se quedaban ordenados y por las mañanas cuando los empleados llegaban estaba todo tirado por el suelo.

* Esta leyenda habla sobre una pareja que vivía en una casita en  Vallecas. El era muy aficionado a los temas ocultos y el gustaba mucho hacer sesiones de espiritismo. Se puso en contacto con un brujo muy famoso de allí y le pidió que le ayudara. El brujo accedió pero pidió a cambio que se pintaran en las paredes unas cruces y que las ventanas y puertas de la casa estuvieran cerradas. Al finalizar la sesión todos pudieron comprobar como las cruces estaban boca abajo y algunas estaban en el suelo caídas. A los pocos días el chico murió. La casa se puede visitar y se pueden ver las cruces boca abajo, todo aquel que entra allí dice que se respira un ambiente muy raro. 

* Hace muchos años en un pueblo de Ledrada había un manicomio y no se sabe por que razón se produjo un incendio en el que murieron todos. El pueblo estaba aterrado por que todas las noches se oían los gritos desgarradores de los locos. Se barajaban varias hipótesis sobre el incendio: se decía que habían sido el propio gobierno de la época, otra que podía haber sido el mismo pueblo que no soportaba todas las noches esos gritos, y otros que podía haber sido un accidente fortuito. Sea como fuere por las noches desde las montañas de Los Hermanitos, en Nava de Béjar se ven luces en lo que fue el manicomio y se si escuchas atentamente en el silencio pueden oírse aún hoy los gritos desgarradores de los locos.

* Cuenta la leyenda que en la biblioteca de Elche se oyen voces y cosas extrañas. Antes de ser biblioteca era un monasterio. Se dice que el alma de un monje vaga por las noches por las biblioteca.

* Cuenta la leyenda que en el conservatorio de Granada murió un hombre y dicen que desde ese día todas las noches sobre la madrugada aparece en el mismo sitio que murió el hombre tocando el piano y sus melodías son como misas fúnebres.

* Leyendas como la chica de la curva y cosas así hay muchas, pero esta no la había oído nunca.
- Cuenta una leyenda que en Segovia hay una curva muy peligrosa donde se aparece una mujer con un abrigo de piel y va vestida muy elegante haciendo auto-stop antes de la dicha curva, pero solo los días de mucha lluvia o de nieve muy intensa. Cuentan que un hombre que pasaba por allí una noche, al verla, la recogió. Esta se sentó en la parte trasera del coche y le dijo al hombre que fuera despacio que tenía miedo. El le pregunto su destino, pero ella lo único que le dijo fue que tuviera cuidado de no quedarse dormido y sin más desapareció. Pero dejando en el asiento trasero un pañuelo con unas iníciales: D.B. y un recorte de periódico donde se contaba una noticia de una mujer adinerada que falleció en un accidente por esa misma carretera una noche de intensa lluvia y por causas desconocidas.

Estrenamos nueva sección, como bien dice el titulo se trata de "relatos" "leyendas urbanas". Las e recogido en un mismo documento hallados de la red, tal y como esta lo publico aquí, no he modificado ni añadido nada,  si alguien reconoce alguna leyenda que me lo haga saber.

LA VISITA DE LA MUERTE

UN HOMBRE ATORMENTADO TRAS HABER ASESINADO A SU MUJER RECIBE LA VISITA DE UNA EXTRAÑA DAMA.

 "Tengo frio. ¿Dónde estoy? ¡No puedo moverme! Mis piernas y brazos... están... como entumecidos, gélidos. Se ha apoderado de mi ser. Una sensación de abandono. Como si una garra, me estuviera, sujetando. Todo el cuerpo. ! Ayuda... Por favor. Que alguien me ayude ¡!No... No está loco!! No sé lo que pasa. Socorro!!

Hace como dos días, yo me encontraba en el despacho de mi casa, revisado unos papeles. La lluvia con ganas repicaba, en los cristales, de la ventana. ¡Que gozada, ver caer la lluvia! - me dije. Con el verano tan duro que hemos tenido.

De repente me quede, helado. Una mujer, alta, esbelta avanzaba, entre la cortina de agua. Iba sin paraguas. Con la cabeza inclinada y las manos, en los bolsillos. Por un momento, pensé - ¿A donde ira una chica tan linda a estas horas? Con la que esta cayendo...

Se fue acercando, cada ves más. Hasta que estuvo lo suficiente cerca, que le vi bien el rostro.- Pero.. ¡No puede ser: Es ella! ¡Ha vuelto! María.. María!! - grité como un loco. ¡Tú... Pero si estás.. ¿cómo es posible? Pero sí yo mismo...

La mujer se para, casi toca con su cara, el cristal. Y en su rostro blanco inexpresivo, se dibuja una sonrisa, siniestra. Que dejaron al descubierto, una dentadura podrida. No pude más. Solté un grito horrible que me desgarró la garganta, y me desmaye. Cuando me desperté. Era noche cerrada. Decidí que tenia que asegurarme. No era posible, que María estuviese viva. Yo la mate. Con mis propias manos apreté su cuello. Luego la lleve a una finca. Donde pasamos los fines de semana. En le huerto, cave la fosa. Y tuve mucho cuidado de disimular, la tierra removida.

En menos de una hora, ya estaba en la finca. Cuando me acerque al huerto. Un temblor, recorrió todo mi cuerpo. ! Dios mío, no puede ser, la fosa esta vacía. Como si María hubiera salido de ella ¡. Me entro un pánico terrible. Ya no sabia que hacer. De repente, una voz que me resulto familiar dijo. - ¡Antonio... ¿Por qué, Antonio..? ¿Por qué lo hiciste..? Dime Antonio...

María... - Dije con tono desesperado. - ¡Tú no quisiste el divorcio. No me dejaste alternativa! Entonces ella se acercó, vestida como siempre. Pero el semblante de la cara. Era una palidez fantasmal. Los pies no le llegaban al suelo. Como si flotara. Me tendió los brazos. Diciéndome: Antonio, ven... abrázame por ultima vez. Como hipnotizado, avancé y me abracé. Como nunca. Hasta ahora lo había hecho. Nos dimos un beso, largo y apasionado. Poco a poco fui entrando en un sopor, que fue dejándome como medio dormido y ya no recuerdo nada más.
Me encuentro en un lugar, lleno de barro. Y oscuro.
- ¿Qué oigo? ¡Voces! ¡Alguien se acerca! ¿Vendrán a socorrerme?
- ¡¡Oiga!! ¡Usted! ¿Qué hace ahí dentro? No ve que está dentro de una fosa, hombre de Dios?
- Pero... ¡Entonces no estoy muerto..! ¡¡Por favor, ayúdeme a salir de aquí!!

Una vez fuera, salí corriendo como un loco, gritando: !!María, te quiero!! ¡Vuelve a casa, María!!"

 

LA AUTOESTOPISTA FANTASMA

RELATO DE UNA HISTORIA SORPRENDENTE SUCEDIDA EN EL TRAYECTO ENTRE BALTIMORE Y NUEVA YORK

 

La carretera principal que va de Baltimore a Nueva York al llegar al kilómetro 12 se cruza con una importante autopista. Se trata de un cruce muy peligroso, y en muchas ocasiones se ha hablado de construir un paso subterráneo para evitar accidentes, aunque todavía no se ha hecho nada.

Un sábado por la noche, un prestigioso doctor neoyorquino -del que evitaremos reproducir su nombre-, regresaba a su casa después de asistir a una sala de fiestas country. Al llegar al cruce redujo la velocidad y se sorprendió al ver a una deliciosa jovencita, vestida con un traje largo, de fiesta, haciendo auto-stop. Frenó de golpe y le hizo una señal para que subiera a la parte trasera de su descapotable.

- El asiento de delante está lleno de palos de golf y de paquetes -se disculpó. Y a continuación le preguntó: - Pero, ¿qué está haciendo una chica tan joven como tú sola a estas horas de la noche?

- La historia es demasiado larga para contarla ahora -dijo la chica. Su voz era dulce y a la vez aguda, como el tintinear de los cascabeles de un trineo. - Por favor, lléveme a casa. Se lo explicaré todo allí. La dirección es North Charles Street, número XXXX. Espero que no esté muy lejos de su camino.

El doctor refunfuñó y puso el coche en marcha. Cuando se estaba acercando a la dirección que le indicó ella, una casa con las contraventanas cerradas, le dijo: - Ya hemos llegado. Entonces se giró y vio que el asiento de atrás estaba vacío. - ¿¡Qué demonios...!? -murmuró para sí el doctor. La chica no se podía haber caído del coche, ni mucho menos haberse desvanecido.

Llamó repetidas veces al timbre de la casa, confuso como no lo había estado en toda su vida. Después de un largo tiempo de espera, la puerta se abrió y apareció un hombre de pelo gris y aspecto cansado que lo miró fijamente.

- No sé como decirle qué cosa más sorprendente acaba de suceder -empezó a decir el doctor-, una chica joven me dió esta dirección hace un momento. La traje en coche hasta aqui y...

- Sí, sí, lo sé -dijo el hombre con aire de cansancio-, esto mismo ha pasado otras veces, todos los sábados por la noche de este mes. Esa chica, señor, era mi hija. Murió hace dos años en un accidente automovilístico en ese mismo cruce donde usted la encontró...

EL HOMBRE DE NEGRO

UN GRUPO DE JÓVENES REUNIDOS DE NOCHE RECIBEN LA VISITA DE UN SIMPÁTICO AMIGO

"Y como siempre, allí estábamos los de siempre, haciendo lo de siempre. Sentados en la oscuridad, alejados de todo aquel que solo quería imponernos algo. Todos hablábamos, reíamos, bebíamos y todas esas cosas que haces con los amigos.

Cuando mejor lo pasábamos, Carol, mi mejor amiga empezó a llorar mientras gritaba que en el fondo en la oscuridad había alguien que vestía de negro y estaba tan pálido (o al menos eso vio) que parecía un muerto. Todos comenzamos a reírnos y le dijimos que dejara de beber. Ella insistió.

Dos de los chicos que estaban con nosotras se ofrecieron a acompañarla hasta el sitio para que se convenciera de que allí no había nada ni nadie. Al final fuimos todos. Llegamos, miramos por todas partes y, como habíamos pensado, no había nada; mejor dicho, nadie.

A Carolina se le pasó el susto. Volvimos a crear el ambiente que teníamos, cuando vi algo: era ese hombre, el de negro. Me entró tal miedo que comencé a gritar. Los chicos pusieron cara de mosqueo y nos empezaron a decir que la broma había estado muy bien pero que paráramos, que se estaba haciendo pesada. Nosotras no dejábamos de decir que aquello no era una broma, que habíamos visto a aquel hombre o lo que fuese.

Después de un rato decidimos quedarnos allí un poco mas, pero esta vez cambiamos los sitios.

Cuando mas a gusto estábamos, uno de los chicos, Juan, le dijo a otro que mirase al fondo. Este se levanto y dijo gritando ¡¡¡¡CORRED!!!!

No tuve tiempo a girarme y mirar, pero se lo que vieron. ¡¡¡SI!!! Se que habíamos bebido, y también se que cuando se bebe se puede llegar a ver cosas que en realidad no están pasando pero en este caso lo vimos cuatro personas. No volvimos a aquel sitio nunca mas."

EL ESPÍRITU DEL NIÑO ERRANTE

EL ESPÍRITU DE UN NIÑO MUERTO HACE AÑOS AGREDE DE FORMA ESPORÁDICA A LOS HABITANTES DE UN PUEBLO

"Cuando ocurren cosas, normalmente es a una persona o un grupo de personas compartiendo la misma experiencia, pero esto que voy a contar sucede en un pueblo, y ocurre a todos sus habitantes, los cuales ya están acostumbrados... Pero yo, como
visitante, y mis primas, hemos vivido unas experiencias que a la gente de allí les parece "normales".

Fuimos a ese pueblo donde mis tíos tenían en las afueras una casa cerca del pantano. Para ir al pueblo tenías que seguir
un camino de tierra durante cuatro kilómetros hasta llegar.

Como en la casa de noche nos aburríamos, mis tíos nos
acercaban al pueblo en coche para que pasáramos allí unas horas con los chicos del pueblo. Era verano y las noches invitaban
a pasarlas hablando y disfrutando de compañía.

Los chicos del pueblo al principio nos parecían muy fantasiosos o que nos querían meter miedo. Decían que algunas noches
se oía el gemido de un niño pidiendo ayuda... pero no venía de ninguna parte, sino de todo el pueblo. Cada uno de los habitantes lo oía en su propia casa, en la calle, en la tienda, en el bar... partía de las paredes, del suelo... a veces incluso sentían
un empujón violento que los lanzaba al suelo... Contaban que
incluso una mujer embarazada perdió a su hijo en la plaza una tarde en la que se encontraba hablando con unas amigas al sentir que unas manos aprisionaban su vientre con tanta fuerza que la hizo abortar allí mismo. Ella estuvo a punto de morir y
cuando se recuperó, se fueron del pueblo y no volvieron a él.

Les preguntamos que quién podría provocar esas cosas... y que después de lo de la mujer ¿cómo es que la gente no se va del pueblo también? Entonces nos contaron una especie de leyenda y del por qué creen que "eso" atacó tan ferozmente a la mujer.

Hacía unos diez años, unos niños del pueblo decidieron irse una noche de verano a otro pueblo vecino. Para ello tenían que
atravesar un campo donde en uno de los laterales estaba el cementerio que compartían los dos pueblos y que se hallaba
justo a la mitad del camino.

Cuando ya estaban bien avanzados oyeron un crujido a sus espaldas. Era el hermano menor de uno de ellos. Le instaron a que se volviese a casa pues no querían cargar con críos y éste se negó en rotundo, más que nada es que le daba miedo volverse solo.

Entonces decidieron despistarle. Al llegar a la altura del cementerio dijeron que iban a jugar para esconderse en él. Como había luna llena se veía bastante bien, este chico aceptó sin
sospechar nada... Ya en el cementerio, uno contaba y los demás se escondieron todos juntos, mientras este chico se escondía en otro lado pensando que todos estaban haciendo lo mismo.

Cuando ya le perdieron de vista, los chicos se reunieron y salieron por una de las tapias dejando a este chico escondido. No podían evitar reírse de lo fácil que había resultado engañarlo hasta que oyeron un grito desgarrador... Al principio pensaron que se trataba de una broma, hasta que el segundo grito reaccionaron y volvieron a entrar en el cementerio... Estuvieron buscando por todas partes pero no le encontraron, gritaron su nombre, dieron vueltas y más vueltas y nada.

Al cabo de muchas horas, cuando ya despuntaba el alba decidieron buscar ayuda en el pueblo con la esperanza de que el chico les hubiese gastado una broma y se hubiese ido a casa.

Al llegar al pueblo, el hermano fue a su habitación, no había dormido allí, la madre le preguntó por su hermano pequeño y éste le tuvo que contar la verdad. La madre avisó al padre y éste a todo el pueblo... Salieron todos en busca del muchacho al cementerio.

Cuando llegaron allí, uno de los vecinos descubrió con terror que el cuerpo del chico se encontraba en una de las fosas que acababan de abrir días antes para un nuevo difunto... El chico tenía la cabeza reventada, los huesos de las piernas y de los brazos retorcidos en una figura grotesca, los ojos cristalizados por el pánico y la boca en una mueca de absoluto terror...

Fue un día negro en todo el pueblo, nadie se explicaba lo que había ocurrido allí. El hermano, con los años, fue internado en un psiquiátrico pues decía que su hermano se estaba vengando de él, le veía en todas partes, le pegaba... Los médicos le diagnosticaron neurosis obsesiva post-traumática, pero no podían explicar los continuos moratones que aparecían por todo su cuerpo, incluso en la cara...

Al cabo de unos años, la madre de estos hermanos se quedó embarazada... y a los siete meses le ocurrió lo que ya contaron
antes: Algo había provocado la muerte de su bebé y quizás su propia muerte de la que escapó por poco. Los chicos decían
que los gritos que oían por las noches eran iguales que los que oyeron en el cementerio.

Oyendo esta historia la verdad es que les creímos... habíamos pasado un buen rato de miedo y nuestro tío nos vendría pronto a recoger para llevarnos a casa...

Cuando íbamos hacia el coche, sentí un golpe fuerte en mi espalda que me obligó a apoyarme en mi prima de una forma violenta. Casi nos vamos las dos al suelo... Miré hacia atrás, pero los chicos estaban hablando entre ellos a unos tres metros de nosotros.

Mi tío dijo que me había tropezado. Mi prima, sin convencerse del todo, fue hacia los chicos, cuando de repente volvió la cabeza hacia el otro lado de forma violenta... Dijo que alguien la había abofeteado... y tenía una mano marcada en la cara... una mano pequeña...

Nos asustamos muchísimo... y empezamos a gritar presas de la histeria... Los chicos vinieron a auxiliarnos mientras mi tío abría el coche rápidamente para meternos dentro. Los chicos hicieron
una barrera con sus brazos protegiéndonos de lo que fuese y pudimos meternos en el coche. Por el cristal pude ver cómo golpeaban a algo invisible que les estaba atacando. Mi tio condujo a gran velocidad tocando el claxon como un loco. Al llegar a la casa llamó a mis otros tios y todos fueron al pueblo a ayudar a los chicos, pero ya todo había pasado. Éstos se encontraban agotados por la lucha, con arañazos, golpes... pero dijeron que estaban acostumbrados, que no pasaba nada.

Las agresiones en ese pueblo son esporádicas y no siempre a las mismas personas... pero ellos sienten que tienen que estar
ahí para que ese niño que murió de forma tan violenta no esté solo... Llegará el momento en que pueda descansar en paz."

EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS

UN TEMEROSO CONDUCTOR ES SOLICITADO POR UNA PAREJA DE JÓVENES MIENTRAS ATRAVIESA UNA ZONA CONOCIDA POR SUS SUICIDIOS

Una noche un hombre iba atravesando por un bosque, donde había ocurrido muchos casos de suicidio. El bosque era tan enorme que apenas se encontraban los restos. El hombre iba en coche, y con un poco de miedo, ya que conocía la fama que tenía ese bosque.

"Dios mío, no me extraña que vengan aquí a suicidarse, esto está más perdido que... eh, ¿qué es eso?"

Notó que había algo en la carretera y cuando estaba ya cerca vio que era una pareja tendida en el suelo. La chica no se movía pero el chico estaba haciendo señal pidiendo ayuda.

El hombre se bajó del coche y le preguntó: "¿Qué os ocurre, en un sitio como aquí?"

"...Vinimos a suicidarnos... Nosotros queríamos casarnos, pero nuestros padres no nos permitieron por eso vinimos aquí, pero estoy arrepentido, por favor llévanos a algún hospital..."

El hombre llevó al coche a la chica que no se movía y le ayudó al chico a subir. Corrió todo lo que podía hasta llegar a un hospital más cercano mientras oía la voz del chico..."¿Está lejos el hospital?...Por favor dese prisa..."

El coche llegó al hospital. "¡¡Socorro, por favor, hay dos que están muy grave!!" El hombre explicó todo lo que había pasado mientras sacaban a los dos de su coche. Parecía que el chico había perdido el conocimiento.

El hombre tuvo que esperar un buen rato hasta que salió el médico que examinaba a los dos. "Doctor, ¿cómo están? ¿Se salvará la vida?"

"Siéntese... Vamos a ver, según lo que explicó los encontró en el bosque, ¿verdad?" "Sí" "¿Hace cuánto tiempo?"

"Hará.. como una hora o un poco más..." "Y dice que habló con el chico." "Sí, la chica no estaba consciente pero el chico me explicó lo que pasó y todo el camino me estaba diciendo que corriera, que me diera prisa."

"Es que... es muy extraño... Los he examinado y los dos están muerto por lo menos desde hace 5 horas..."

TERROR EN EL BOSQUE

LA PROTAGONISTA DE ESTA HISTORIA EXPERIMENTA EXTRAÑOS FENÓMENOS TRAS SABERSE PERDIDA EN UN BOSQUE

"Recuerdo la primera vez que pisé este bosque. Pasábamos el verano en una casa en plena naturaleza. Era un pequeño pueblo alejado de todo y de todos. Recuerdo que una vez me enfadé con mi madre y salí de casa a despejarme con el frío aire de la noche.

Empecé a andar sumida en mis pensamientos y de repente me encontré rodeada de árboles y demás arbustos.

Miré hacia todas direcciones pero era todo igual. El suelo era pedregoso pero cubierto de verdín. No había ningún tipo de rastro del hombre. Ni arbustos aplastados, ni marcas de huellas en el suelo. Estaba claro que hacía tiempo que nadie pasaba por allí.

Debería haberme envuelto el pánico, pues me había perdido en un bosque, literalmente dicho. Pero, en cambio, me sentí arropada por esos árboles. Sus troncos eran gruesos y de formas retorcidas. El aire formaba un silbido especial al chocar contra las largas hojas y la temperatura era idónea. Se veían destellos blancos por todos los sitios pues la luna se filtraba por donde podía entre aquellas enormes ramas. El aire frío contrastaba con la caliente temperatura y eso daba una sensación satisfactoria, como si estuviera drogada por algo que no sabía que era. El silencio era sepulcral, no se oía nada excepto el suave silbido del aire.

Empecé a andar y deseé quedarme allí de por vida. No pensaba en nada, simplemente andaba, disfrutando cada partícula de esa maravilla. Entonces me invadió el sueño y me tumbé en el suelo. Aunque había piedras me pareció el más confortable del mundo. Cerré los ojos y entre el aroma de fresca hierba me dormí.
Al día siguiente, me desperté en mi cama. Pensé que todo había sido un sueño, pues había sido demasiado surrealista para que hubiera pasado en la realidad.

El sol brillaba en el pueblo, de modo que me decidí a dar un paseo con una mínima esperanza de poder encontrar el lugar de mis sueños. Empecé a andar como el día anterior y lo encontré. No había sido un sueño.

Paseé, esta vez con el sol filtrándose entre las ramas y dando un toque dorado que idealizaba más el lugar. Me senté en el suelo y me quedé inmóvil. No hice nada, sólo respiré el fresco aire y observé. Observé cuidadosamente durante largo rato. Para mí el tiempo se detuvo en ese momento. Tenía la misma sensación que el día anterior, como si estuviera flotando. Pasaron las horas y sin quererlo se hizo de noche. Volví a casa sin saber como.

Cada día de los siguientes iba a ese bosque. Me quedaba observándolo, paseando sus hermosos caminos y saboreando su olor especial. Tantas horas pasé allí hasta que me absorbió por completo. A cualquier hora deseaba estar allí. Tanto lo deseaba que me desconcentraba y no prestaba atención a mis padres. No podía vivir sin ese bosque. Sentía que me faltaba el aire si no iba allí. Así que una noche me escapé y volví.

Entonces me senté en el suelo como siempre y empecé mi meditación diaria. Pero ese día no iba a ser como los demás. De repente todo se volvió diferente. Lo primero que sentí fue la temperatura. Ese aire cálido que antes flotaba se convirtió en uno gélido que me dio escalofríos por todo el cuerpo. El olor ya no era de hierba fresca si no de algo repugnante, como podrido. Me levanté y observé intentando averiguar que le pasaba a mi bosque. Pero una sensación de terror me envolvió, ya que no me pareció seguro sino todo lo contrario.

Me entraron ganas de salir de allí, así que empecé a andar a paso ligero hacia la salida. Pero después de andar un largo rato, volví al mismo lugar. Me entró el pánico, pues mis ganas de dejar ese bosque aumentaron, de modo que empecé a correr.

De repente algo me cogió del tobillo y me caí. Mientras mi labio sangraba me levanté dispuesta a correr todo lo que podía. Y así lo hice. Mientras corría, el silbido del aire se convirtió en aullido, los troncos de retorcidas formas parecía que me observaban con cruel aspecto y cada vez me costaba más correr. Y llegué al mismo sitio. El agotamiento se unió a mi desesperación e hice un último esfuerzo. Corrí lo más que pude hacia otras direcciones mientras el bosque me gritaba en los oídos y el aire frío me helaba los huesos. De repente, las piernas se me paralizaron y con un gemido caí.

Levanté la vista con mi labio sangrante y observé que enfrente de mí se erguía un gran árbol idéntico a sus compañeros. Me quedé mirándolo y no se como, en ese momento supe que nunca saldría de ese bosque. Un imán muy fuerte me atraía hacía ese árbol y en un momento sus formas retorcidas de empezaron a mover con un ruido ensordecedor, abriéndose como una flor en primavera. Esa fuerza me atraía más y más hasta que me encontré dentro del árbol. Sus formas entonces se empezaron a cerrar hasta que todo fue oscuridad. Estaba dentro del árbol. Se hizo el silencio.

Mis lágrimas recorrían mi rostro mientras yo golpeaba en todos los sitios son todas mis fuerzas. Hasta que un dolor indescriptible se apoderó de mi cuerpo. Me paré sobresaltada. Empecé a sangrar más de mi labio. Me dolía todo. Entonces grité y salpiqué sangre que salió de mi garganta. No sabía que me pasaba. Mis lágrimas se habían tornado rojas y mi nariz sangraba a borbotones. Me ahogaba. De repente me quedé inmóvil.

Ahora podía ver dentro de mi tronco de árbol tras una cortina púrpura que ocultaba mis ojos. Sabía que ese iba a ser mi hogar para siempre. Sigo aquí. Mi antigua personalidad no se ha muerto del todo. Aunque forme parte de este bosque y sea su máxima aliada, aun tengo recuerdos de mi vida anterior. Mis padres, el pueblo y mis agradables visitas a este bosque antes de que me mostrara su verdadera cara. No sé como, puedo observar el resto del bosque por si viene alguien que pueda acompañarnos. Le engañaremos hasta que sea demasiado tarde.

Le atraparemos como me atrapó a mí. Y así viviré hasta que a este árbol se le acabe la vida y con la suya la mía también."

LA MECEDORA

LA SINIESTRA HISTORIA DE DOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS QUE DECIDEN LLEVARSE A LA RESIDENCIA UNA VIEJA MECEDORA ABANDONADA EN LA CALLE

"Yo vivo en una residencia de estudiantes y las habitaciones no es que tengan muchos muebles: dos camas, dos armarios y una mesa con dos sillas. Como podreis comprobar no vivo solo; comparto mi habitación con mi amigo Sergio. Pues debido a esa escasez de muebles y de la amplitud de la habitacion, un día que volvíamos de la biblioteca, vimos en un contenedor una mecedora vieja que estaba chulisima y la pillamos. Estuvimos meciéndonos en la calle y decidimos subirla a la habitacion. No fue nada facil hacerlo y sortear al bedel, que un tio tope brasas. Pero con mucho arte lo conseguimos y dejamos la mecedora en una esquina de la habitacion y fue acumulando ropa encima de ella.

Pero una semana después, una noche que estaba estudiando, me parecio ver que la mecedora se movia, era imposible, al principio pense que seria una corriente de aire o algo, y me levante a cerrar las ventanas, pero las ventanas ya estaban cerradas. Pense: 'seran imaginaciones mias', y me volvi a sentar en la mesa, pero por el rabillo del ojo no podia dejar de mirar la mecedora. Cuando me olvide del incidente, oi­ un ruido y me gire. Las cazadoras que estaban en el respaldo de la mecedora habian caido al suelo. Me levanté a recogerlas y vi, esta vez muy claramente, que la mecedora se movía, y no era por la inercia de haberse caído las chupas. Se movía muy despacio, como si alguien se estuviese meciendo. Bajé corriendo a la sala de TV a avisar a Sergio. Subio conmigo mientras repetía que serían cosas mias, y cuando abrimos la puerta vimos la mecedora tirada en el suelo, de lado, y todas las ropas desperdigadas por la habitacion. Sergio dijo que vale, que muy buena la broma pero que no se creia nada. Levante la mecedora y volvio a poner la ropa encima. Y nos fuimos a la cama. Yo no podía quitar ojo a la mecedora pero finalmente me dormí.

De pronto me desperto un ruido, como un roce de algo con algo, y encendi­ la luz, Sergio se desperto. 'Tío apaga la luz', dijo.' ¿No oyes un ruido?', le dije nervioso. 'No, solo te oigo a ti dando la brasa', grito. Finalmente escucho el ruido. Era como un roce. Buscamos de donde venia y vimos el llavero metalico que colgaba de la llave de la cerradura balanceandose y pegando con la puerta de madera. Estabamos cagados de miedo mirandolo y de pronto empezo a dar vueltas como loco, en círculo, como cuando das vueltas a una cadena alrededor de un dedo, pero lo haci­a solo y alrededor de la llave que estaba encajada en la cerradura. Sergio se cabreo. Que ya valia, que muy buena la bromita; y yo: 'tio, que no soy yo'. Y de repente empezo a cerrarse con dos vueltas la cerradura.
Clack, clack. Clack, clack... Sergio dijo 'Vale, ya se, estan cerrando con otra llave por fuera', y se giro como diciendo 'aqui­ ya esta todo arreglado', pero me empujo para que me girase. La mecedora estaba moviendose suavemente.
Estabamos que se nos salía el corazon por la boca. El ruido de la llave paro y el llavero se dejo de mover, pero la mecedora se empezo a agitar de forma violenta..., mas y mas, mas y mas..., hasta que se volcó.

Sergio abrio la puerta y salimos al pasillo. Decidimos no contarlo. Despues de un rato deambulando por ahi volvimos a la habitacion, cogimos la mecedora y la bajamos al patio.

Al dia siguiente el bedel pregunto en el comedor que quien había metido una mecedora en el patio, que ya estaba harto de chorradas y que el proximo que armase alguna se la iba a ganar. Cuando despues de desayunar nos ibamos para clase vimos al dire de la resi ojeando la mecedora. No sé si la habra cogido."

EL HOMBRE LOBO

UN JOVEN CONTEMPLA ATERRADO LOS EXTRAÑOS FENÓMENOS SUCEDIDOS DURANTE SU VISITA A UN PUEBLO DE ZAMORA CON MOTIVO DE UN ENTIERRO FAMILIAR

Todo comenzó en el invierno de 1.993. Yo tenía 24 años y era una persona normal, joven y alegre. Había viajado solo al pueblo
de mis padres en Zamora para asistir al entierro de una tia de mi padre que había fallecido a los 84 años de edad.

Llegué cuando todo había terminado. Pedi disculpas a mi abuelo por no poder haber llegado antes, pero es que todo había sido tan precipitado. Las campanas tocaron a muerte, y un escalofrio recorrió mi cuerpo.

Comenzaba a anochecer y el frio se notaba cada vez más; además había empezado a nevar. El pueblo parecía ser un pueblo fantasma.
Me dirigia a casa de mi abuelo que está alejada de las demas casas, y entonces lo escuché nitidamente.

Era un aullido, un tremendo aullido de lobo. Sentí un aliento fetido a mis espaldas; me di la vuelta y entonces lo vi; era un tremendo lobo negro. Sus ojos tenian un brillo asesino y sus fauces abiertas buscaron mi cuello.

En un instante se abalanzó sobre mi y me tiró al suelo. No podía zafarme, tenía mucha más fuerza que yo. Sentí el primer mordisco
y después escuché un disparo.

Cuando desperté me encontraba en casa de mi abuelo. El había sido el autor del disparo. Pregunté por el lobo; y mi abuelo me lo enseñó. Alli estaba, muerto. Era un ejemplar tremendo, quizas su peso llegara a los 70 kilos.

Me toqué el cuello; me dolía la herida que me había producido la terrible alimaña.

Mi abuelo me trajo la cena y al poco rato me fui a la cama y me quedé profundamente dormido. Soñé con el tremendo lobo, me miraba, sus ojos eran claros y me sentí relajado.

Me desperté no se a que hora de la madrugada. Me seguía doliendo la herida del cuello. Me acerque a un espejo para mirarme y entonces mi sangre se heló en las venas.

Me toqué las orejas y me dí cuenta que eran puntiagudas; mis ojos ya no eran azules, sino marrones y oblicuos, mi nariz era un largo y tremendo hocico, y mis manos....

¡Dios, mis manos no eran manos, se habían convertido en unas horribles garras, garras de lobo... Y mi cuerpo estaba lleno de un pelo duro y negro...

¡Me había convertido en pocas horas en un hombre-lobo... Era una locura; una tremenda locura, pero asi era; y ahora sentía unas ganas tremendas de comer ¡carne fresca!.

Escuché un ruido en la otra habitación; era mi abuelo que estaba roncando, me acerqué a su cama, lo agarré por la cabeza y le mordí en el cuello; la sangre empezó a salir a borbotones y yo comía su carne con tremendo apetito.

Después de esto, me acerqué a la ventana y miré la luna ¡Estaba llena y me miraba! Un aullido lastimero salió de mi garganta.

Era la primera muerte de las muchas que tendría que llevar a cabo al haberme convertido en un monstruo sediento de sangre y carne humana.

Me desperté con un dolor de cabeza increible y un sabor agridulce en la boca. Me toqué con los dedos la comisura de los labios y noté que tenía algo que parecía reseco; entonces me dí cuenta de lo que era. ¡Sangre!...

Miré a mi alrededor y ví que estaba totalmente desnudo al lado de mi pijama que estaba tirado en el suelo y totalmente destrozado.

¿Qué extraños sucesos habían ocurrido la noche anterior?...

Fui a la habitación de mi abuelo. Lo que vieron mis ojos parecía una pesadilla. Alli estaba el viejo o lo que quedaba de él; toda la habitación estaba ensangrentada. ¿Quién había hecho aquella atrocidad?. La respuesta no quería aceptarla mi cerebro.

Han pasado ya dos meses desde aquellos terribles acontecimientos y cada plenilunio se repite el mismo ritual. ¡Debo salir a buscar carne humana. He leido bastante en este tiempo sobre la licantropia, esa tremenda enfermedad que me ha convertido en una bestia asesina; en todos los libros dice lo mismo:

"Al hombre-lobo debe matarlo alguien que lo ame y sienta mucho cariño por él; y debe hacerlo disparandole al corazón una bala
de plata o en su defecto un cuchillo plateado"...

Dire también que en este tiempo he conocido a una muchacha; yo siento verdadera pasión por ella y me parece que ella también
siente lo mismo por mi. ¡Dios mio!, cada vez que hay luna llena debo buscar cualquier pretexto para no verla todo ese tiempo.

Es una locura, pero debo decirselo, debo contarle en lo que me he convertido...

Ella lo comprenderá; será esta noche. Tengo preparado ya el puñal...

Esta carta se encontró al lado del cadaver de un joven con un puñal de plata clavado en el corazón.

Junto a él una joven que confesó haber sido la persona que lo había matado. El motivo....

"Dijo que aquella noche él se había convertido en un hombre-lobo"

EL PERRO DE SATANÁS

EN UNA FÁBRICA DE MAR DE PLATA (ARGENTINA) SE SUCEDEN EXTRAÑOS SUCESOS QUE TIENEN EN VILO A LOS EMPLEADOS

Se dice que hay una fábrica en un barrio precario en la ciudad de Mar de Plata, en Argentina, en la cual suceden muchos hechos extraños.

Detrás de la fábrica hay un descampado y muchas veces por la noche se suelen ver duendes o nenes que corren y desaparecen, y lo más tenebroso de todo viene ahora...

Esta fábrica reporta un desaparecido por año, especialmente entre los serenos que la vigilan. Por la noche, cuando el sereno cuida la fábrica, suele escuchar silbidos y hasta respiraciones cerca.

Una vez corrió el rumor de que uno de los empleados por la noche mientras vigilaba el lugar al sentir un gruñido se asomó por la ventana y vio un perro gigante, así como un caballo, y que no se va a olvidar nunca de los ojos rojos de este.

Dicen que el dueño hizo un pacto con el diablo y desde ahí nunca más le robaron, pero a cambio él debe entregar un alma por año, o sea la de un empleado.

Este perro es supuestamente una bestia enviada por el mismo Satanás para evitar los siniestros, dado que es un barrio extremadamente peligroso.

 

LOS NIÑOS DE ILLFURT


En 1864 una familia comenzó a tener lo que se pensó que eran manifestaciones demoníacas. Hoy hubiera sido puesto en duda por científicos y seguido con interés por la iglesia pero en aquella época, que tuvo una duración de cinco largos años, la vida era distinta. Tal era el ambiente que en 1867 se autorizó que se realizara un contundente exorcismo con las consiguientes complicaciones. A los críos "poseídos" se les llamó los endemoniados de Illfurt (Alsacia)
Los dos crios protagonistas de esta historia eran hijos de los Burner, que tenían otros tres hijos. Los supuetos poseídos se llamaban Teobaldo y José, y apenas tenían 9 y 8 años respectivamente en 1864.
Teobaldo dijo ver al menos treinta veces a un espíritu al que consideraba su maestro, pero no era un ser físicamente humano, sino una imagen con patas de gato, pezuñas de caballo, pico de pato y cuerpo de plumas. Al parecer el fantasma sobrevolaba al chiquillo amenazándole con estrangularle, y el niño, tratando de defenderse, le lanzaba y luchaba contra él ante los ojos atónitos de los espectadores que sólo le veían a él. Lo que hizo creer a los demás que la visión era real aunque ellos no pudieran verla, es que el chiquillo capturaba plumas del cuerpo de su visitante que luego los espectadores veían, tocaban, olían (echaban una peste fétida) e incluso trataban de quemar sin éxito.
Las similitudes con otros exorcismos al menos calificados como tal fueron las siguientes: una voz hablaba desde ellos sin necesidad de que movieran su pequeña boca, una voz adulta, masculina, que soltaba improperios contra lo más sagrado (respetando únicamente a la Virgen), y se reía del efecto que sus poderes hacían sobre el personal, como inundar la habitación de un calor sofocante que era insoportable incluso en el más crudo invierno.
También producía en los cuerpecitos de los niños bultos terribles, con movimientos horrorosos haciendo de sus estómagos una visión traumática. Cuentan que se hinchaban hasta el límite y vomitaban espuma, musgo y plumas, cubriendo la habitación del olor fétido de las plumas sucias.
A veces unía las piernas de los chiquillos como si tuvieran cemento y nadie tenía la fuerza suficiente como para separarlas.
Tenían una rapidez nunca vista, y eran capaces de girarse en cuestión de segundos como si estuvieran accionados por un motor a propulsión, de forma que sus giros asustaban y sorprendían a la gente, y también demostraban momentos de rabia y enfado golpeando a destajo todo lo que había ante ellos, sin notar cansancio aunque se pasaran horas haciéndolo.
Los chiquillos hablaban y entendían todo tipo de lenguas, latín, inglés, francés, dialectos españoles... Además mostraban conocimiento de lo que pensaban los demás o descubrían dónde había objetos ocultos, o incluso se permitían el lujo de avisar de la muerte de alguien del pueblo con el consiguiente estupor de los familiares. También les hacían partícipes de acontecimientos pasados que todos desconocían. Para enojar a los espectadores solían descubrir sus más oscuros secretos poniéndolos en evidencia.
Los cuerpos poseídos reaccionaban ante el agua bendita con furor, y cuando la monja que les alimentaba dejaba caer un agota de agua bendita en sus platos desde otra habitación para no ser vista, los niños miraban el plato y se negaban a comer.
Además sus cuerpos, yacidos o sentados, se elevaban por manos invisibles.

4 PUENTES


Rebeca tenía dos abuelos a los que adoraba, pero ahora están muertos. Y sobre ellos es la historia que os voy a contar.
Un día el abuelo falleció y la abuela quedó como un alma en pena vagando por la casa que habían compartido tantos años en amor y armonía. Aún tenía familia por supuesto, pero no era lo mismo. La abuela tenía mucha confianza en Rebeca, tanta que terminó confesándole algo que le ocurría: soñaba con su marido muerto.
"Hay cuatro puentes, y al final de los puentes está él, alargando la mano para que vaya con él".
Pasaron los días y los meses, y una noche fue Rebeca la que tuvo un sueño extraño:
Era pequeña y entraba a un ascensor con su abuela. Iban cogidas de la mano y el elevador ascendía pisos y pisos. Una especie de viaje sin retorno puesto que el ascensor no era familiar para Rebeca. No sabía cuántos pisos habían ascendido cuando, de pronto, el ascensor se paró y se abrieron las puertas.
La abuela soltó la mano de Rebeca y salió. Ella trató de avanzar pero su abuela le dijo: "No, tú no vienes conmigo". La abuela le sonrió en su sueño y aquí terminó todo.
Cuando Rebeca se despertó por la mañana su abuela había fallecido la misma noche. En el sueño se había despedido de ella.
Y me preguntaréis, ¿qué tienen que ver los cuatro puentes en esta historia? Cada puente es un mes. La abuela falleció cuatro meses después que su marido, o sea, cuatro puentes después... y recordad que ya os lo decía ella en su sueño: al final de los cuatro puentes, su fallecido marido le tendía la mano.

Tengo que avisar que Rebeca tuvo después y durante años la desagradable experiencia de "ver" a su abuela mirándola desde coches de desconocidos, como si la estuviera observando, y siempre, siempre, echaba a correr llorando hasta llegar a casa.

LAS LUCES


Esta historia me la contó una chica de unos 16 años, y no le sucedió a ella, sino a su madre, una española que emigró a Alemania para buscarse la vida, teniendo que alquilarse una casa con su joven esposo que apenas tenía comodidades.
Eso sí, tenía visitantes misteriosos.
Al principio sólo eran sonidos, rasguños en la almohada que mantenía abrazada mientras trataba de descansar después de tantas horas de trabajo. Le asustó, cierto, pero mantuvo la calma y pensó que era su propio agotamiento el que la hacía tener alucinaciones auditivas. Los rasguños en la cama no son tan inhabituales ¿no?. Muchos los hemos oído. Son visitantes que quieren comunicarnos que "están ahí también, que no estamos solos".
La joven vivió con esa extraña experiencia unos días y terminó por acostumbrarse, pero una noche ocurrió algo terrible. Estaba tumbada en la cama, descansando, su marido estaba afeitándose en el cuarto de baño, y de pronto unas lucecitas de un tamaño algo mayor que el de las canicas, blancas azuladas y brillantes, comenzaron a salir de debajo de la cama.
Subieron, ascendieron hasta ponerse encima de ella, y bailaron.
La chica las miró estupefacta, tragó saliva y respiró profundamente. ¿Qué era aquello? ¿De dónde salían? ¿Qué las producía?
Y entonces las luces comenzaron a bailar con movimientos más bruscos, y una poderosa fuerza salió de ellas. La chica notó esa fuerza en puñetazos y patadas invisibles que la golpeaban y estampaban contra las paredes... Gritó, y su marido se cortó con la gillette. Cuando él iba a salir la puerta del cuarto de baño se cerró de golpe.
La joven española emigrante sufrió una paliza que la dejó destrozada, y no pudo hacer una denuncia, porque en qué comisaría de policía iban a escuchar semejante historia sin echarse a reir.
No volvió a ocurrirle porque volvió a España entre lágrimas y terrores.
Durante años jamás contó la historia, y cuando lo hizo, fue para contárselo a su hija -mi confidente-, quien me confesó que su madre no podía hablar del tema sin echarse a llorar y a temblar.
No es para menos. Su hija también lloró al contármelo.

EL COCHE


Erámos un grupo de siete chicas, nos reuníamos los fines de semana, algunas tardes entre semana y pasábamos los veranos juntas. Una de nosotras trabajaba en una cervecería por lo que era allí donde nos reuníamos. Esta chica tenía muchos problemas en casa, un padre alcóholico, una madre que no le hacía ni puñetero caso...... Salimos ella y yo de marcha solas un par de veces y una de esas veces cuando la dejaba a las siete de la mañana en la puerta de su casa, su padre entraba también con una tajada como un piano. Ella me dijo: Si yo faltará el se moriría............(Era ella la única de la familia que se preocupaba de recogerle de los bares cuando ya no podía más y se encontraba tirado). El caso es que no la ví en unos días..... una tarde de verano me preguntaron hacía cuanto que no la veía y me dijeron que había tenido un accidente. Yo -ingenua de mí- me fuí a su casa pensando en un piñe de moto y en ir a verla al hospital cuando me enteré de que había sufrido una bajada de tensión y se había ahogado en una piscina porque nadie se había dado cuenta a tiempo..... No sé que me pasó que mientras el resto de la gente se hundió a mi alrededor, yo saqué fuerzas no sé de donde, y primero reconocí el cadaver (que no me asustó ni impresionó lo más mínimo, cuando yo siempre había pensado que pasaría lo contrario si tuviese que verme en esas circunstancias) y además aún tuve fuerzas para arreglar todo el papeleo del entierro y organizar la parte "social" del macabro acto que es enterrar a la gente que quieres. Todo aquella marabunta pasó, el dolor se agudizó conforme se fue calmando el ambiente y pasarón los días y yo......... me sentí de pronto fatal (una reacción tardía pero no por eso menos traumática). Los meses siguientes me pasó que más de una vez yendo en mi coche sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo y notaba una presencia en el asiento trasero que me hacía mirar por el retrovisor para comprobar que ella no estaba allí... siempre coincidía aquella sensación de miedo y frío con una canción que nos gustaba mucho y que yo aún ponía con asiduidad. Una vez fue tanto el miedo y el feeling que aquella "presencia" que tuve que aparcar en la cuneta y mirar hacia atrás acojonada para convencerme de que no había nadie...... Al cabo de los meses tuve que vender el coche, porque me daba pánico tener un accidente al ir a buscarla en la parte trasera cuando notaba su presencia allí, (si no lo has sentido no lo entenderás y creerás que el subconsciente me traicionó) pero aquella sensación era tan fuerte y real que una y mil vidas que yo viva juraré que ella estába allí. Cambié de coche como digo y aquel miedo cesó de repente y los escalofríos también. Ah se me olvidaba! Justo un año después murió su padre.... como ella predijo. Recientemente viendo "El sexto sentido" he llorado, de rabia, de dolor, y de nuevo de miedo, porque he pensado que a lo peor mi amiga no sabía que estába muerta y seguía montándose en mi coche para que la llevase de marcha.......


 

EL LOCO


Los padres de Lucia y Maria van a una cena de negocios y las dos tienen que quedarse solas en su casa. Estan aburridas, no hay nada en la tele y deciden poner la radio: Interrumpimos la emision para ofrecerles un boletin informativo de ultima hora: Un psicopata se ha escapado del manicomio. Es muy peligroso, asi que les recomendamos que tomen precauciones.'
Mari­a y Lucia, ya cansadas, se van a dormir, pero se olvidan de algo muy importante: cerrar muy bien las ventanas. Se van a la cama sin ninguna preocupacion, puesto que no le hicieron mucho caso a las noticias.
Por la noche las desperto un suave golpeo, pero no le dieron mucha importancia. Se pusieron a leer y el ruido se haci­a cada vez mas fuerte. De repente, Mari­a oyo un fuerte grito en la habitacion de Lucia y el ruido desaparecio a lo lejos. Maria se acerco a ver que pasaba y encontro a su hermana pequena degollada debajo de la cama con una nota que deci­a: 'Si se hubiese subido al armario no le habri­a pasado nada'.
Desde entonces se dice, o por lo menos eso he oido, que el loco sigue suelto buscando la siguiente victima.

Información sacada de la red.

 

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